En 1987 Jean Baudrillard publicaba
su libro De la seducción, en el que hacía referencia a
tres conceptos que definen las formas de intercambio social que
caracterizan a distintas épocas. Se trata de lo dual, lo polar y lo digital.
En un ámbito donde lo azaroso
define el riesgo que se corre y el reto puede alcanzar incluso la
supervivencia (un país subdesarrollado, por ejemplo) las formas
de intercambio deben estar definidas por reglas de juego claras
que demarquen una ritualidad que procure una seguridad acorde con
la magnitud del riesgo que se corre. Se establece así una relación
dual, un pacto que domina el juego y el ritual que pueden alcanzar
dimensiones crueles y también toda la esfera de la regla, una
regla arbitraria en tanto que surgió de un “pacto dual”, una
regla que actúa como simulacro paródico de la ley.
En un estadío posterior, la
socialidad, la comunicación y los modos de intercambio se ordenan
mediante una ley: se instaura el contrato social, que se establece
como referencia cuya fuerza deriva del consenso que le otorga la
sociedad.
Los años en los que describía
estos conceptos, ya se caracterizaban, para Baudrillard, como una
época en la que se vivía un mínimo de carácter social real y
una máximo de simulación. Una simulación que neutralizaba los polos que
ordenaban el espacio perspectivo de lo real y de la ley,
desvaneciendo la fuerza que el consenso social otorgaba al
contrato, es decir, a la ley. Así la ley deja de funcionar como
una referencia, y la comunicación ha perdido feed-back y se ha
vuelto disuasión. Surge una era en que los modelos reemplazan a
la referencia real, y lo digital de la señal reemplaza a lo polar
del signo.
Expuesto en un esquema:
DUALIDAD
|
POLARIDAD
|
carácter DIGITAL
|
- la relación dual domina
el juego, el ritual y toda la esfera de la regla
|
- la relación polar, o dialéctica,
o contradictoria ordena el universo de la ley, lo social y el sentido
|
-
la relación digital (que
ya no es una “relación” sino una “conexión”)
distribuye el espacio de la norma y de los modelos
|
la REGLA
Ritualidad
|
la LEY
Socialidad
|
la NORMA
????????
|
Baudrillard marca tempranamente
varios fenómenos que hoy se verifican como situaciones
cotidianas.
Elegimos para comentar en primer
lugar cómo las relaciones digitales, que caracterizan el uso de
las nuevas tecnologías, la informática la cibernética, merecen
llamarse más “conexiones” que “relaciones”. Conexiones estas que son elementos
indispensables para establecer sistemas de control que garanticen
la seguridad ciudadana ante la violencia, etc.; como bien describe
Svenska Arensburg en su artículo Digitalización de lo social,
presentado en el 1er. Congreso Online del Observatorio para la
CiberSociedad realizado en 2002, que reproduciremos a continuación
del presente. Esta ponencia se refiere a una experiencia realizada
en Santiago de Chile.
Además, volviendo la mirada hacia
nuestro país, podemos verificar la evidencia de que ante la
imposibilidad de establecer o mantener “relaciones” sociales, los ciudadanos que tienen acceso a las nuevas tecnologías, las
utilizan como medio efectivo para establecer y mantener
“conexiones” sociales a través de las cuales intentan generar
redes sociales con finalidades diversas, siendo la más importante
de ellas la defensa de sus legítimos derechos ante una confusión
social generalizada y unos organismos de gobierno ensordecidos que
constituyen una situación cotidiana a padecer, y la
que nos referiremos más adelante.
Muestra de lo expuesto es un correo
electrónico que alcanzó una altísima divulgación en los días
finales de la última semana. Éste es su contenido:
CACEROLAZO
A LOS PIQUETEROS!
Yo
pago todos los impuestos que los políticos me cobran, todos...
Todo
lo que tengo lo gané con mi laburo: mi casa, mi auto, mi ropa,
los juguetes de mis hijos
Nunca
cobré un mango del estado. Siempre cumplí con cada imposición
que me hicieron.
Me
agarraron con los Bonex, me agarraron con el corralito, me
reventaron con la pesificación.
Me
hicieron pelota cuando saquearon las cajas de jubilación de
Estado, y me volvieron a hacer pelota las AFJP que se
timbearon mi guita apostándola a bonos para financiar el gasto público.
Me
prometieron la reforma política, y todo sigue igual, con miles y
miles de diputados, senadores, asesores y avivados en general
cobrando fortunas.
Me
prometieron que todos se iban y todos se quedaron.
Apenas
le cambiaron la etiqueta al mismo envase.
Ahora
mientras los jubilados cobran $150, y los docentes universitarios
en promedio cobran menos de $100, los políticos pagan su tropa
con planes Jefes y Jefas de Hogar, regalando $150 a
"desocupados" que además cobraron
$50 de aguinaldo.
Ahora
quieren pasajes gratis para la convención de piqueteros que se
realizará en Mar del Plata, ¿después que?.
Además
les van a dar una TARJETA MAGNETICA con la cual podrán viajar en
Subte a $ 0,20 (cuando el resto que laburamos todo el día por
$300 pesos al mes, tenemos que pagar a razón de $ 0,70 el viaje).
Los
piqueteros consiguen todo lo que piden, y siguen cortando calles,
puentes, con piquetes todos los días, todas las semanas.
¿Que
más quieren? ¿Cuándo nos van a escuchar a todos los demás?
Hagamos
que por un rato, nos escuchen.
Hagamos
un piquete a los piquetes.
EL
25 DE FEBRERO A LAS 20:00 HS., CON CACEROLAZO, APAGÓN, BOCINAZOS
O EXPRÉSATE COMO QUIERAS PERO SIN VIOLENCIA.
PIDAMOS
QUE ESCUCHEN A LOS MAS IGNORADOS DEL PAÍS: LOS GILES COMO VOS Y
COMO YO.
Si
de veras querés un país en serio. Retransmití este mail a otros
"giles" que pagan impuestos, viven de su laburo y se
bancan a los piqueteros todos los días.
Más allá de simplistas análisis socio-políticos al uso, Transdisciplina
creativa se propone focalizar algunos aspectos insoslayables
de este texto.
No se nos escapa que con el flagelo del desempleo, que tiene
ribetes mundiales, y ha alcanzado cifras impensables en nuestro país,
el cierre generalizado de las fábricas produjo un traslado del
espacio de protesta y reivindicación que usualmente era base de
los reclamos y reivindicaciones obreras, conducidos por gremios y
sindicatos. No pudiendo “tomar” la sede de una fábrica para
manifestarse, la expresión de protesta se trasladó al espacio público.
Desmantelados también los gremios y sindicatos, como representación
legítima de las necesidades de los trabajadores, creció el
espacio para la desorientación de los protagonistas y para el
oportunismo espurio de los inmorales que con inhumano desdén pueden erigirse en conductores para dar satisfacción a fines
propios o mercenarios. Conocemos el origen legítimo del fenómeno
social que dio en llamarse “piquete”, al igual que la
indecencia de utilizar la desesperación, el hambre y la miseria
humana con mezquinos fines mercenarios.
Lo que no podemos hacer es dejar de señalar el clamor de hartazgo
que manifiestan tanto el texto de invitación al “Cacerolazo a
los piqueteros”, como la legitimidad de los reclamos piqueteros
y las denuncias y testimonios crecientes de quienes son
literalmente obligados a participar de los piquetes por acudir a
un comedor comunitario, o por dejarse tentar con la adjudicación
de un plan de asistencia social prometido por un “puntero” político
que los invita a dejar sus precarios trabajos eventuales si éstos
coinciden con la fecha del reclamo piquetero que es
“prioritario”, pero que aún perdiendo sus trabajos por
concurrir al piquete jamás ven materializado el subsidio prometido.
Tampoco podemos dejar de prestar atención
a ciertas advertencias, a ciertos diagnósticos, que, desoídos ex
profeso por años, anticiparon el cuadro de situación que hoy
padece la Argentina.
El vaciamiento cultural
A mitad de la década de los 70, Julio Cortázar, refiriéndose a
la prohibición decretada por gobiernos de facto de publicar
determinados libros, decía: “En unos pocos años el hecho de
que esos países estén separados de la producción científica,
artística e intelectual de sus mejores hombres, de sus mejores
creadores, va a dar en esos países una especie de desierto
intelectual que va a hacer perfectamente fácil lavar los cerebros
y condicionar a los jóvenes y crear lo que los regímenes de esos
países buscan, que es crear robots, crear gente incapaz de pensar
por sí misma...” Y
en 1983, en su último regreso al país con motivo de la
recuperación de la democracia, visita completamente ignorada por
la autoridades gubernamentales elegidas por el voto popular, que,
ante el recuerdo del desdén con motivo del vigésimo aniversario
de la muerte del escritor, generó una suerte de explicación pública
del entonces Primer Mandatario, aparecida ayer en el diario de
mayor tirada de nuestro país, que si algo dejó en claro fue cuáles
eran las prioridades de su agenda de presidente electol; Cortázar
agregó: “Los argentinos han sufrido demasiado durante este
período (se refiere al “autodenominado” Proceso de
Reorganización Nacional), tanto los que han tenido que irse
como los que han tenido que quedarse, para que este período caiga
en el olvido o en la indiferencia. Estoy convencido de que estas
experiencias negativas pueden traducirse en historia positiva,
pero todo depende de nosotros, una vez más no hay que andar
buscando figuras que puedan salvarnos. Si no nos salvamos nosotros
como pueblo, no nos salvaremos más...”
“Indudablemente, cada generación se cree destinada a rehacer el mundo.
La mía sabe, sin embargo, que no podrá hacerlo. Pero su tarea es
quizá mayor. Consiste en impedir que el mundo se deshaga.
Heredera de una historia corrupta en la que se mezclan las
revoluciones fracasadas, las técnicas enloquecidas, los dioses
muertos y las ideologías extenuadas; en la que poderes mediocres,
que pueden destruirlo todo, no saben convencer; en la que la
inteligencia se humilla hasta ponerse al servicio del odio y la
opresión.” “En
el ocaso del siglo XX, cómo dudar de la veracidad de estas
palabras de (Albert) Camus (muerto en 1960)”; nos apunta Ernesto
Sabato en Antes del fin en diciembrede1998.
En ese mismo libro Sabato dice: “La angustia es lo único que
ha alcanzado niveles nunca vistos. Es un mundo que vive en la
perversidad, donde unos pocos contabilizan sus logros sobre la
amputación de la vida de la inmensa mayoría...”
“Los valores ya no valen” Federico Nietzsche
¿Por qué están hartos los argentinos?
Consignaremos en una lista, que no pretende agotar las posibles causas,
ciertos hechos:
§
Vaciamiento cultural
§
Terrorismo. Genocidios. Guerras interiores y exteriores
§
Carencia de Justicia
§
Vaciamiento económico
§
Exclusión, hambre y miseria moral frente a vana ostentación de bienes
mal habidos
§
Contemplación inerme de la disolución de los frutos del trabajo, el
sudor, la sangre, la vida de generaciones de compatriotas y de sus
familias inmigrantes, educados en la cultura del trabajo
§
Atentados terroristas internacionales inéditos en historia de nuestro país
§
Insolvencia y traición a sus plataformas electorales por parte de los
representantes designados por voto popular por la ciudadanía
§
Caída abrupta de la calidad de vida en todos los niveles sociales
§
Desocupación sin antecedentes en la historia del país
§
Desilusión y desesperanza juvenil que no vislumbra futuro
§
Niños que se mueren de hambre en porcentajes aberrantes
§
Descuido abominable de la seguridad social, el sistema de salud, la
educación y la mera seguridad de poder salir a la calle sin
correr peligro de muerte ante una violencia social creciente,
inusitada e incontrolable, que genera un correlato de violencia
doméstica y hacia la infancia; como consecuencia de un Estado
desmantelado y ausente o directamente mercenario y traidor al
juramento de resguardar los dictados de la Constitución Nacional,
que alberga figuras que en un caso pueden mostrar una honestidad
inerme pero en otros, con indiferencia y desprecio, retoman sus
viejas mañas de compadritos de comité o caudillejos de ocasión,
cuya más desarrollada muestra de cultura se expresa, en compañía
de sus asesores y séquito, en la habilidad manipuladora y demagógica
y en el disimulo de su insolvencia descarada que tiembla ante la
posible pérdida de un módico sueldito de funcionario público,
de la exhibición cínica de “estar en el poder” y la factible
pérdida de las prebendas obtenidas
Y detrás de este cuadro, la gente.
Los seres humanos comunes que, en
medio de una confusión interminable, con estupor y cansancio, ven
conculcados sus más elementales derechos, como la manutención y
el trabajo.
Gente que, como consecuencia de lo anterior,
resiste otros males derivados del cuadro anterior:
§
La incertidumbre como forma de vida, que se manifiesta en la corrosión
del carácter que sufre el que criado en la cultura del trabajo y
de la movilidad social, hoy a los cuarenta años carece de futuro
laboral
§
La proliferación de enfermedades derivadas del distrés: afecciones
cardiovasculares, gastrointestinales, cuadros epresivos,
transtornos de pánico, diabetes, trastornos alimenticios, etc.
§
Antagonismos impuestos:
De orden político: intelerancia y descrédito ante ideas
diferentes: cuestionamientos a magistrados
propuestos como candidatos a integrar la
Suprema Corte de Justicia
De orden social: piqueteros vs. clase media, por ejemplo
De orden
laboral: ser víctimas de prácticas como el mobbing (acoso moral
en el trabajo) para provocar renuncias o generar reacciones que
den lugar al despido con causa
De orden moral:
Las denuncias periodísticas o ante la justicia, sin chequeo,
exhibición de pruebas, ni mucho menos condena judicial, borran de
un plumazo trayectorias fecundas ante las alegres expresiones de
personajes mediáticos de cuya contribución al módico
mejoramiento de una sociedad de fomento no se tiene noticia.
Marcado acoso moral. Maledicencia. Envidia. Ingratitud, como la
que llevó a un periodista a manifestar en una carta de lectores
de un importante matutino: “Que se pruebe la verdad sobre lo
que de él se dice, pero que conste que este hombre hizo mucho
bien durante mucho tiempo. Muchos que de él recibieron apoyo y
confort, hoy se callan la boca. Yo no.”
§
Pontificados varios: dirigentes políticos,
empresarios, personajes varios que arrastran fracasos estrepitosos
o bien se mantienen supérstites tras contribuir con esmero a la
caída de su competencia, que no pueden resistir la compulsión a
dar consejos o a legitimar situaciones, personajes y opiniones
desde el prestigio de su “sabiduría de café”
§
Manipulación informativa desde los medios de
comunicación masiva:
El rumor como
sustituto de la noticia
La permanente
nivelación para abajo que insulta la inteligencia del más bajo
cociente intelectual
El
descubrimiento del fracaso de la administración política que
hegemonizó los años 90: “No haber creado un seguro de
desempleo”. Una pena que el prestigioso periodista que advirtió
el gran fracaso sea de reflejos lentos porque su programa estuvo
en el aire durante toda la década en cuestión. ¿Otra sería la
historia si lo hubiera pensado antes?
Si no hay
noticias: mentira sistemática, desmentida de rigor y espacio a
cubrir cubierto.
Palabras vacías
para cabezas vacías y oídos sordos.
La prestigiosa
soberbia de la ignorancia: Carta de lectores al matutino de mayor
distribución del país, agradeciendo el espacio dedicado a la
obra de Cortázar con motivo del aniversario de su muerte, y, de
paso, señalando algunas erratas: 1. Cortázar no está sepultado
en el Cementerio de Montmartre sino de Montparnasse; 2. El
apellido de la madre del escritor no era Scott sino Descotte; 3.
Con la dama mencionadacomo su segunda esposa, el escritor nunca
contrajo matrimonio; 4. Cortázar jamás se opuso a Fidel Castro o
al gobierno cubano; 5. No tocaba el saxo sino la trompeta; 6.
Nunca escribió un libro llamado Los argonautas de la
cosmopista, si en cambio uno llamado Los autonautas de la
Cosmopista. No hubo atisbo de disculpa, agradecimiento o mínima
explicación ante los errores. Sí, un título ingenioso para la
carta: “Último round”, recordando con ironía posmoderna otra
obra de Cortázar. Nuestra hipótesis es que el periodista que
escribió la nota sobre el escritor Julio Cortázar es
especialista en boxeo.
En fin...
Se nos dirá que esta nota además de ser muy
larga no tiene buena onda. Opinión con la que coincidimos en la
primera parte.
Se nos dirá también que carecemos de actitud
proactiva.
En
ese punto vamos a discutir...
¿Qué es una actitud proactiva,
cuando no se quiere vender nada, no se está en un grupo de
autoayuda, ni se tiene especial interés con quedar bien con
nadie, pero sí se tiene especial cuidado con no traicionarse uno
mismo?
En nuestra opinión, una actitud proactiva es
una actitud proclive a la acción.
Uno de nuestros objetivos es definir si
vamos a crear la historia (dentro de nuestras posibilidades de
contribución, claro está) o si la vamos a padecer.
Elegimos crearla, no padecerla.
Por eso señalamos, humildemente –no
estamos exentos del posible error-, pero con voz firme: aquellas
situaciones que no nos parecen bien.
Sabemos que la mayoría de los fenómenos
negativos que señalamos pueden atribuirse a debilidades humanas
y, sobre todo, que la Argentina está lejos de ser el único país
que los padece.
Pero creemos firmemente que somos los únicos
que podemos cambiar lo que no está bien en nuestro país.
Y que tenemos derecho a exigir que se nos
respete.
No estamos dispuestos a soportar y a
solventar “vivos insolventes” en la solución de los problemas
nacionales.
Entonces exigimos que no nos distraigan
con... banalidades.
Exigimos que los representantes de la
ciudadanía aporten soluciones, y que si no son capaces de hacerlo
o no saben cómo, tengan la dignidad de irse.
Exigimos que la respuesta al problema de
los piqueteros no sea represión indiscriminada.
Que sea depuración del clientelismo político:
una depuración que trate de alcanzar tanto al puntero como al político
corrupto.
Y por sobre todo, exigimos que haya un
plan serio que propicie la generación de empleo.
Porque si no hay una planificación
estratégica que apunte a la solución de los principales
problemas del país, NO HAY GOBIERNO.
No pecamos de ingenuos. ESTAMOS ACOSTUMBRADOS A
NO TENER GOBIERNOS QUE APUNTEN A DAR SOLUCIÓN A LOS PROBLEMAS
PRINCIPALES DEL PAÍS.
Es que esta vez queremos apostar a la
esperanza, “ayudando a la esperanza con todo lo que se tiene”
*.
*
Julio Cortázar dixit.
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