A los directivos de la Asociación Argentina de Cooperativas y
Mutualidades de Seguros se los nota entusiasmados. Y motivos no le
faltan: a la organización del Moro 2004 en abril en Mendoza, un
acontecimiento de repercusión internacional, hay que sumarle el
buen desempeño que las compañías de capitales nacionales han
tenido durante el 2003 y los buenos resultados que ha tenido el pool
de reaseguros Stop Loss, una de los creaciones de esta cámara.
-Entre el 18 y el 22 de abril la AACMS realizó un seminario de reaseguro
que forma parte del ICMIF, la Federación Internacional de Cooperativas
y Mutuales de Seguros, organismo especializado de la entidad mundial
Alianza Cooperativa Internacional. ¿Podría describirnos cómo fue
este seminario y cómo se ha desarrollado en los años anteriores?
El Moro dentro de la organización internacional del ICMIF es uno de
los programas que existen a nivel desarrollo mundial. Es un plan de
trabajo que se hace cada dos años y estuvo organizado en los países
europeos más importantes, en Australia, Japón, porque son los que
tienen mayor inserción de la actividad aseguradora y donde hay una
presencia de peso de las cooperativas y mutuales. No obstante eso,
en 1990 nosotros trajimos el Moro a la República Argentina. Esa fue
la última vez que hubo una conferencia internacional sobre la
actividad aseguradora y la hicimos en el Hotel Sheraton. El Moro es
toda una exposición y una simulación de lo que son los reaseguros,
que es una tema central para actividad aseguradora de cualquier tipo
y en todo el mundo. Acá se ve potenciado este asunto porque empezó
a haber problemas con los reaseguros internacionales antes de la
devaluación.
-¿Qué tipo de problemas había antes?
El reaseguro internacional tuvo los atentados del 11/9, los
problemas de los barcos petroleros que se hunden, los aviones que se
caen y los desastres naturales en Europa, Estados Unidos, Japón o
Canadá, donde sí hay coberturas para estos riesgos, no como en
nuestro país, donde si hay una inundación las personas pierden
todo. Todos estos negocios afectaron al reasegurador. Uno podría
preguntarse qué tienen que ver todos estos temas con la Argentina:
en principio nada, pero los reaseguradores cuando tienen fuertes pérdidas
ajustan a todo el mundo. No preguntan quién no tiene o puede
afrontar los costos; reparten lo que ellos perdieron aumentando a
las compañías su retención en el importe de los siniestros y,
además que le hacen retener más para que uno pueda pagarse sus
propios siniestros, aumentan las primas para compensar las pérdidas
que tuvieron. Todo esto hizo que el país ya tuviera problemas que
se agravaron con la devaluación, el default, la pesificación y
todo este lío que tuvimos. Recuerde que antes que todas estas cosas
sucedieran todas las compañías se vieron obligadas a firmar
contratos en moneda extranjera. Mientras estuvo el 1 a 1 eso era
posible, pero después no.
¿Todo esto es lo que los llevó a crear Stop Loss?
Sí, a raíz de estos problemas que se venían dando desde la
Asociación de Cooperativas creamos Stop Loss, el Bureau de
Reaseguros, porque vimos que el mercado de reaseguros se estaba
volviendo cada vez más costoso, había que trasladar cada vez más
divisas, y teníamos medios para poder ayudar a las compañías a
morigerar esta transferencia de fondos. De ahí creamos este pool de
reaseguros. Entonces éramos siete u ocho entidades. Luego de la
debacle, cuado se profundiza toda la problemática de seguros por la
devaluación, sobre todo para las entidades más pequeñas que se
quedaban casi sin poder conseguir reaseguros y esto les impedía
seguir operando, empezamos a ampliar Stop Loss. De ahí que hoy
hayamos modificado el estatuto de organización y permitimos el
ingreso de sociedades anónimas, y no sólo de cooperativas. Hoy
tenemos alrededor de 17 compañías que integran el club. En
resumen, Stop Loss le permitió a las compañías locales conseguir
un reaseguro que se paga parte en pesos y parte en dólares, además
de conseguir contratos para poder cumplir con las normas de la Superintendencia.
-¿Cómo evaluó el proyecto la Superintendencia?
Muy bien. Stop Loss está inscripta como Bureau de Reaseguros,
tenemos matrícula, como cualquier broker o colocador de reaseguros.
La diferencia es que el broker, que sería un pasamanos que cobra
una comisión, acá es una organización que administra la otra
parte de los fondos reasegurados internamente, los redistribuye. Su
función, entonces, es cobrar el reaseguro y pagarle a las compañías
del exterior. El año pasado les pagamos al contado y nos rebajaron
un 10% la cuota. Así que todas las empresas nacionales que estaban
en el pool tuvieron que girar menos divisas afuera del país.
¿Qué tipo de repercusión tuvo este proyecto en el exterior?
A la gente del ICMIF les interesó mucho, querían saber cómo
funcionaba el sistema porque desde las conferencias del Moro se
estudia justamente la manera en que puede mejorarse el
funcionamiento del reaseguro. Ellos vieron que estaba dando buenos
resultados y a través del ICMIF el pool está consiguiendo
contratos con reaseguradores que ya no operaban en Argentina. Además,
la experiencia fue presentada durante el último Comité Ejecutivo
del organismo que se hizo en 2003, en París, y ahí se decidió
hacer el año siguiente, 2004, el encuentro en Argentina para
conocer mejor el funcionamiento del sistema. Y ha generado
expectativa: hoy podemos decir con mucha satisfacción que se contó
con la presencia de 130 asistentes congresistas con acompañantes,
60 del exterior. Gente de Estados Unidos, Inglaterra, España,
Italia, Grecia, África y casi todos los países de Latinoamérica,
muy interesados en cómo funciona el pool. Es posible que el ICMIF
nos solicite asistencia técnica para los países que se muestren
interesados en implementar este sistema o que participemos como un
reasegurador en esos países para armarles el sistema, pero eso
todavía lo tenemos que estudiar jurídicamente.
-Durante estos últimos meses varias compañías del exterior se han
ido del país, ¿cómo cree que evolucionará el mercado?
Creo que ahora hay una oportunidad muy grande, sobre todo para los
sectores de capitales nacionales, por todas las compañías que se
han ido, y los que estábamos desde siempre seguimos estando y dando
la cara. Me parece entonces que haya crecimiento o no, la
participación en el mercado de las compañías nacionales va a ir
creciendo. Y más si el mercado crece por el crecimiento del país.
Por eso hay que trabajar seriamente. Hay muchas cosas para hacer
junto al Estado.
-¿Por ejemplo? ¿Cuáles le parece que son los temas prioritarios
del sector?
El país no puede seguir con esta locura de las muertes por los
accidentes de tránsito porque no se ponen en práctica las
normativas que corresponden. Y esto no es sólo un tema de las
aseguradoras. Piense que una gran parte de las muertes las pagan las
empresas de seguros de vida pero otra lo hace el Estado, además de
que los costos de atención médica en los hospitales públicos son
altísimos; sin mencionar la pérdida de vidas humanas. Por eso hay
que pensar en ordenar el tránsito de una manera diferente, con
mayores controles que tiendan a disminuir los accidentes con normas
que obliguen a que haya más asegurados para que sean las compañías
las que se hagan cargo de los accidentes. Por esos siniestros quitan
fondos que pueden utilizarse para la seguridad social de los
indigentes.
-Otras cámaras del sector le han solicitado al Secretario de
Finanzas Guillermo Nielsen que se revean las cargas impositivas que
pesan sobre la actividad, ¿coincide con este planteo?
Totalmente, la actividad está sobrecargada desde hace años. En
ninguna parte de mundo existe una carga impositiva tan atroz como en
el país. Entendamos que gran parte de estos gravámenes se
trasladan al consumidor. Este es uno de los motivos por el que cae
el nivel de asegurados. Conclusión: las personas corren un riesgo
pero el Estado también, porque alguien que es herido en la calle y
termina siendo atendido en el hospital público utiliza los recursos
del Estado. Este es un círculo vicioso, que no se va a acabar de un
día para el otro, pero sobre el que hay cosas para hacer. Lo mismo
en tema del robo de automotores. Lo que está pasando es que muchas
veces las 4x4 robadas y recuperadas son utilizadas por el Estado,
por los funcionarios policiales, y uno no se entera nunca dónde está
el auto. Es tratamiento de estas cuestiones es ineludible; hay que
ponerse a discutir sobre estos temas.
Gentileza
de: http://www.buenafuente.com/
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