Enseñar
en las inteligencias múltiples
por
Toni Hernández
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Se inicia un nuevo curso
escolar. Es la vuelta al 'cole'. Las familias empiezan a hacer números
sobre lo que les van a costar los libros, las mochilas, los
estuches, la ropa deportiva, a veces el uniforme. Todo para que
los niños, o los no tan niños, aprendan y se labren un futuro
mejor. Pero, ¿estamos educando por igual todas las potenciales
capacidades de los alumnos? ¿qué potencia la sociedad occidental
actual? Y por otra parte, algunos padres se preguntan ¿es mi hijo
inteligente?
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Sobre la inteligencia se
ha dicho y escrito mucho. Habitualmente pienso que todos mis
alumnos son inteligentes. Quizá algunos tengan mayor o menor
facilidad para las materias que imparto (de ciencias), pero todos
son inteligentes. Luego, claro, unos dedican más tiempo al
estudio que otros y suelen entonces compensar (o no) esa mayor
dificultad ante determinadas materias. Vaya por delante que no voy
a tratar de juzgar aquí los valores del esfuerzo y la constancia
del estudiante, ni casos de patologías que deben recibir una
especial atención. Aunque quizá a padres con hijos con alguna
patología les ayude el analizar el concepto de inteligencia
en un sentido amplio.
Las inteligencias múltiples
Howard
Gardner (1943- ) -en la imagen- revolucionó las perspectivas
de la pedagogía tradicional con su obra ya clásica, publicada en
1983, Frames of Mind: The Theory of Multiple Intelligences.
Para Gardner, cada ser humano tiene una combinación única de
inteligencia. Si ignoramos estas diferencias y suponemos que todas
nuestras mentes son iguales, y entonces creamos y aplicamos un
sistema educativo para todos igual, nos podemos enfrentar a muchos
casos de fracaso escolar.
Según Gardner, una
inteligencia es un potencial biopsicológico que no debe
confundirse con un dominio del saber, que es una actividad
socialmente construida. La inteligencia es para Gardner la
capacidad de resolver problemas o crear objetos que sean útiles o
valorados en un cierto contexto cultural. Asimismo, definió
las Inteligencias Múltiples como capacidades dinámicas. Es
decir, Gardner no niega la posibilidad de una mayor o menor
predisposición genética hacia una capacidad sino que defiende
que podemos aprender a potenciar todas y cada una de estas
capacidades. Dentro de las inteligencias múltiples tenemos, para
empezar:
- La inteligencia
Interpersonal es la que nos ayuda a entender a los demás, las
relaciones sociales, y nos permite relacionarnos plenamente. Una
persona con una buena inteligencia Interpersonal poseería
capacidad de integración e interrelación en su contexto
sociocultural. Una persona con una enorme inteligencia
interpersonal se adaptaría a cualquier contexto sociocultural.
- La inteligencia
Intrapersonal es la que nos permite comprendernos a nosotros
mismos, valorando nuestras capacidades, y ayudándonos a superar
nuestros problemas. La autoestima y el espíritu de superación,
así como el asumir y superar nuestros errores forman parte de la
inteligencia intrapersonal. La persona equilibrada y feliz con
ella misma poseería una buena inteligencia intrapersonal.
Quizá podríamos englobar estas inteligencias en la
conocida 'Inteligencia emocional' definida por Daniel Goleman,
aunque Goleman es algo más extenso en su definición, que
englobaría parte de las siguientes 'inteligencias' de Gardner.
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Gardner no niega la posibilidad de una mayor o menor
predisposición genética hacia una capacidad sino que
defiende que podemos aprender a potenciar todas y cada una
de estas capacidades |
Inteligencia múltiple |
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- La inteligencia
Comunicativo-lingüística es aquella que se refiere a nuestras
capacidades de comunicación (verbal y no verbal) en un sentido
amplio, es decir, no meramente se refiere a la capacidad de leer y
escribir correctamente, sino que también incluye la oratoria y la
capacidad de interpretar la gestualidad y el estado de ánimo del
otro en la comunicación. En éste último sentido empático es en
el que podría incluirse también en la 'inteligencia emocional' de
Goleman.
- La inteligencia
Espacial nos permite evaluar correctamente distancias y
orientarnos en el espacio, evaluando correctamente las formas no sólo
visualmente, sino también mentalmente con ayuda de otros sentidos.
Nos ermitiría formar modelos mentales tridimensionales del mundo.
- La inteligencia Musical implica no sólo la capacidad
sensorial auditiva de percepción y discriminación de sonidos,
tanto a nivel frecuencial como de duración y timbre, sino la
memoria musical y el sentido del ritmo, ligado al baile.
- La inteligencia
Corporal conlleva las capacidades propioceptivas -o de
sensibilidad y conciencia del propio cuerpo- junto a la capacidad de
emplear nuestro cuerpo, movernos con agilidad y realizar esfuerzos físicos
de manera adecuada a las circunstancias.
- La inteligencia
Lógico-Matemática es la que utilizamos para
resolver problemas utilizando las matemáticas y la lógica, y con
la que elaboramos modelos matemáticos del mundo.
- La inteligencia
Natural es la que conforma las habilidades de observación y
comprensión del entorno, y nos permite adaptarnos y conectarnos a
nuestro contexto ecológico en un sentido amplio (una ciudad es
también un ecosistema).
Todas estas inteligencias se encuentran interconectadas
y se relacionan estrechamente entre sí. Este es un motivo más para
darnos cuenta del potencial uso de cada una de ellas y también para
descubrir la capacidad de potenciar algunas de ellas que quizá no
tengamos tan desarrolladas, partiendo de nuestras conocidas
habilidades.
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Tal vez no sea todo una cuestión de añadir horas
en la escuela, sino de tomarse las que hay en serio. |
Daniel Goleman y su libro, Inteligencia emocional |
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Los tests sobre el
coeficiente intelectual (CI) para medir la inteligencia general
(desarrollados a principios del siglo XX por Binet, entre
otros) se centran en las capacidades lógico-matemáticas,
lingüísticas y -a veces- visuoespaciales. No dan cuenta de las múltiples
dimensiones de la inteligencia. Goleman atribuye al CI una
incidencia del 25%, como mucho, sobre el éxito profesional de un
individuo en su carrera. Aunque quizá haya llegado el momento de
dejar de inculcarnos el 'éxito profesional' como
objetivo último de nuestras vidas. El éxito personal es lo
realmente importante y él depende, sin duda, de nuestra felicidad.
Pues si bien para ser felices quizá algunos también necesiten un
cierto éxito profesional, no es para nada imprescindible.
El sistema educativo
ante las inteligencias múltiples
Tras presentar sucintamente algunas impresiones de la
teoría de Gardner sobre las inteligencias múltiples, entremos al
trapo: ¿cómo enfocan las escuelas y el sistema educativo la
educación del alumnado? Bien, pues la verdad es que los de
ciencias salimos bien parados. Quiero decir que tanto la
inteligencia lógico-matemática como parte de la lingüística
(lectoescritura) son las grandes beneficiadas de la estructuración
académica de la enseñanza primaria y secundaria actual. Vamos
que lo que cuenta son las lenguas (eso sí, todos tienen claro que
hay que aprender muchas lenguas, aunque se aprendan mal), y las matemáticas. Las
(pre)históricamente denominadas materias 'instrumentales'. Las
inteligencias múltiples no existen para el modelo educativo actual.
Ya me referí al carácter
instrumental de las ciencias en general en un artículo anterior, y
jamás he negado el relevante papel de las matemáticas y las
lenguas en las primeras etapas de la educación. Pero hay más
inteligencias. Si nos fijamos en la Música, en la educación física
y corporal (que incluye también el desarrollo comunicativo global,
no sólo de la lectoescritura), y en el desarrollo de la
inteligencia emocional, el panorama es desolador.
Y eso que los
educadores suplen, en gran medida, las carencias de un sistema de
estudios que "sólo desarrolla nuestro hemisferio izquierdo del
cerebro". Una exageración quizá, aunque una realidad. En
España la nueva reforma de la educación ha eliminado horas de Música
y Educación Plástica. La música y las artes visuales y plásticas
son consideradas disciplinas de segunda fila, entretenimientos
infantiles. El paradigma de la utilidad ataca de nuevo.
Tal vez no sea todo una
cuestión de añadir horas en la escuela, sino de tomarse las que
hay en serio. Quiero decir que no por asignar más horario a
materias hoy marginadas se va a luchar contra la fuerza de las
misivas sociales. También hay que cambiar la percepción que
tienen los padres ante los suspensos de los hijos: si suspenden
matemáticas o lengua, bronca (bueno, o excusa, que son muy difíciles,…);
si suspenden música, plástica o educación física, no pasa
nada.
Total no todo el mundo
tiene que ser músico, atleta o artista. De acuerdo, pero quizá
tampoco todo el mundo tenga que ser ingeniero, médico, matemático
o informático. No si con la vuelta al 'cole' llega el "Gran
Hermano" a la TV y ahí los alumnos tienen unos estupendos
modelos de las inteligencias múltiples (por si acaso, lo último es
una ironía).
Para concluir, me gustaría
que todos aquellos padres, familiares y amigos de niños con
discapacidades o dificultades en el aprendizaje se animen. Durante
unos años 'la moda pedagógica' ha sido integrar a todos en un
sistema educativo único que no da cuenta de las peculiaridades de
cada individuo. Todos esos niños tienen muchas inteligencias, no sólo
las que se valoran en la escuela. Aunque eso vosotros lo sabéis
mejor que nadie.
Gentileza
de: http://www.divulcat.com
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