El ensayista Juan José Sebreli describió los
males argentinos
y alertó sobre la formación de guetos
"Desde
el punto de vista político por primera vez desde que existe el sistema
de sufragio universal no hay oposición. Hay un solo partido y está
dividido. Así no puede haber democracia. Y, en lo económico, si hay
algún modelo es el de la década del 40 -el de la sustitución de
importaciones-, que ya fracasó y está destinado a entrar en un callejón
sin salida."
Al
referirse a los nuevos tiempos, estimó que "mucha gente confunde
esta globalización con el neoliberalismo y piensa que provocará la
desaparición de las identidades nacionales". Pero, según Sebreli,
no hay que temer porque "en un mundo globalizado las verdaderas
identidades son las locales y no las nacionales. Lo que tiende a
debilitarse es el sistema de Estado-Nación".
Los Estados nacionales pasarán, según su diagnóstico, a jugar el rol
que ahora tienen las municipalidades. "Los problemas verdaderamente
acuciantes, como el terrorismo, el sida, el hambre, no podrán ser
solucionados por los Estados nacionales, sino por una especie de
federación de Estados, del que el Parlamento Europeo no es más que un
borrador."
En este contexto, describió la ciudad de Buenos Aires como
"guetizada". Las clases altas se encierran en barrios
privados; las clases bajas, en villas miseria, y los barrios están
marginados del centro. Desapareció la movilidad social ascendente.
Ahora hay grupos encerrados en sí mismos. El adulto se siente
despreciado por el joven y el joven atacado por el adulto.
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PARA LEER EL ARTÍCULO COMPLETO: http://www.lanacion.com.ar/cultura/nota.asp?nota_id=747041&origen=ranking)
OPINA
SOBRE LAS AFIRMACIONES DE SEBRELI
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Estamos
preparados para un mundo que ya no existe
por Diego Golombek
El tiempo biológico no espera a nadie
y está en todos lados, incluso dentro de nosotros
La cronobiología estudia los ritmos de las funciones corporales para
ayudarnos a mejorar la salud y los modos de vida.
La vida moderna desafía continuamente al reloj: estamos preparados para
un mundo que ya no existe, con días, noches, estaciones, viajes lentos
y tiempos calmos. La luz eléctrica, por ejemplo, alarga los días, y en
cierta forma confunde a nuestro sistema temporal y lo obligan a
esforzarse para marcar la hora. Los trastornos más comunes de los
ritmos biológicos son los derivados de cambiar abruptamente la hora del
mundo sin darle tiempo al reloj biológico para cambiar en forma simultánea.
Estamos hablando de casos como el jet-lag, que ocurre luego de volar
atravesando varios husos horarios: el viajero que vuele de Buenos Aires
a Europa, por ejemplo, requerirá de varios días para que se reloj se
adapte a la nueva hora (al decir de García Márquez: “cuando uno
vuela a Europa, el alma tarda tres días más en llegar”).
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ARTÍCULO COMPLETO)
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Harold
Pinter, premio Nóbel de Literatura 2005
"El
mundo se irá por la alcantarilla"
Al
expresar su pensamiento político, dijo: "El mundo se irá por la
alcantarilla si no tenemos mucho cuidado. Es un mundo muy peligroso y no
creo que este país esté ayudando para nada". Se refirió también
a Irak, cuya guerra criticó en 2003: "Es sólo un símbolo de la
actitud de las democracias occidentales frente al resto del mundo".
En declaraciones previas a The Independent, Pinter había expresado que
"hay una tensión entre ser creativo, o sea no pensar, y vivir la
vida de un ciudadano en la que uno tiene que pensar".
En su sitio (
www.haroldpinter.org) un texto de Pinter de 1958 expresa que
como escritor juega con los límites entre lo real y lo ficticio, pero
como ciudadano está obligado a preguntarse qué es lo verdadero y qué
es lo falso.
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MÁS
Un viejo
iracundo
Por Andrew
Graham-Yooll
Siempre
pareció que Harold Pinter podía ser parte de Buenos Aires. Desde que,
allá lejos, en los ‘60, Leopoldo Torre Nilsson (1924-1978) intentó
poner en escena una obra del dramaturgo inglés y fue bajada
rápidamente por la censura del general Juan Carlos Onganía, Pinter era
porteño en parte. Nunca viajó, pese a sus buenas intenciones y una
entusiasta invitación de la Fundación Somigliana. Ahora que ha estado
enfermo y es Premio Nobel desde el jueves pasado, ¿quién sabe?
Harold Pinter, a los 75 años, es hoy, y lo dijo la Academia Sueca, el
dramaturgo británico más importante del último medio siglo. Se sitúa
a mitad de camino entre dos extremos brillantes, dado que si James Joyce
metió todo en la creación literaria como para nunca más dejarle
palabra libre disponible a nadie, y Samuel Beckett le sacó todo como
para que la dramaturgia quedara liberada de las palabras, Harold Pinter
usó el idioma en la medida y filos justos como para que una oración
tuviera la fuerza penetrante de una daga. Es el estilo que en inglés ya
se estableció como “pinteresque”, algo como decir “kafkiano” en
otros contextos. (...)
Esta entrevista, conversación, fue grabada en la ciudad de Bath,
Inglaterra, un 16 de junio, el “Bloomsday” en la obra de James
Joyce, y el único texto de las tres entrevistas que hice con él a lo
largo de los años que se extiende. En el caso de las otras dos, Pinter
pedía que la “revisáramos” juntos después de la desgrabación.
Pinter luego releía lo que había dicho y ofrecía la opinión que
“eso ya lo dijimos, cortá, está mal dicho, eso es reiterativo”, y
el texto se iba reduciendo de a metro. Pinter atacaba el texto.
Era un ejercicio fascinante como parte de la creación pero frustrante
para el periodista que veía achicarse su gran entrevista. De un texto
inicial de unas treinta carillas, presentadas en dos o tres pruebas de
galera, quedaba apenas una hoja de revista. Entonces estaba
satisfecho.(...)
¿Qué hace que su obra Polvo eres (puesta en Buenos Aires en el
Babilonia en 1997) se pueda trasladar de un idioma a otro con facilidad?
–No sé. Un grupo holandés la presentó en Glasgow (la dirigí en
holandés en Amsterdam hace algún tiempo). Ha sido presentada en español,
en polaco, en francés y en checo. Estoy más que satisfecho. Pero no
puedo decir que “viajan” bien mis obras. En Polvo eres quizás haya
algo que provoca una reacción profunda en la gente. La mujer está
aturdida por hechos que la superan, aun cuando los experimentó. (...)
Su crítica está dirigida centralmente contra los gobiernos.
–La responsabilidad del gobierno es preeminente. Y en estos tiempos
también lo es la responsabilidad de Estados Unidos. Ellos engendraron,
subsidiaron, alentaron y apoyaron sistemas que fueron horrendas
dictaduras militares. A EE.UU. le pareció lo correcto. Ahora Washington
simula que nada de eso ocurrió. Si se forma un tribunal internacional
para juzgar crímenes contra los acuerdos internacionales, EE.UU. tendría
que ser un acusado. Pero las potencias del mundo no lo permitirán. Lo
mismo pasaría con Gran Bretaña. Y yo no veo que esto cambie. Tenemos
una Corte Internacional en La Haya que no logró nada. No hay forma de
que EE.UU., o China, por caso, permitan que una Corte los halle
culpables. No serán acusados.
Entonces, ¿adónde enfoca sus esfuerzos?
–Contra la hipocresía. Hay tanto cinismo e hipocresía política en
el mundo que hay que llamar la atención sobre eso. Uno de los problemas
de la sociedad actual está ejemplificado en una charla que di en
Cardiff (Gales) ante unas doscientas personas de la universidad. Un
hombre se puso de pie y dijo que estaba de acuerdo con lo que yo decía,
pero que él era profesor y no lo podía decir. Admitió que no sería
cesanteado, pero “perdería toda oportunidad de ascender si expresara
opiniones que se consideran inaceptables”. Hubo consenso en que, si
uno ocupaba un puesto académico, había que someterse a la línea del
establishment. Mi situación es la de un hombre de suerte. A mí nadie
me despide de ningún empleo. Pero veo mucha presión sobre la gente que
no se adecua al statu quo. (...)
LEER
ENTREVISTA COMPLETA
TEXTUAL
Acá
van de nuevo,
los yanquis en su desfile acorazado
entonando sus baladas de alegría
mientras cabalgan por el mundo
alabando al dios americano.
Las zanjas están
tapadas de muertos
Los que no se pudieron unir
Los otros que se niegan a cantar
Los que están perdiendo la voz
Los que olvidaron la canción.
Los jinetes tienen látigos que cortan.
Tu cabeza rueda en la arena
Tu cabeza es un charco en la tierra
Tu cabeza es una mancha en el polvo
Tus ojos se han salido y tu nariz
huele sólo el hedor de los muertos
Y todo el aire muerto respira
el olor del dios americano.
Poema de Harold Pinter contra la
invasión a Irak, publicado por primera vez en enero de 2003.
Gentileza: http://www.pagina12.com.ar/
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