Las palabras, los
discursos, de nuestros chicos (hijos, sobrinos, amigos, compañeros)
nos atraviesan provocando emociones y reflexiones.
Norma Agüero nos hizo llegar éstas. (C.S.)
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Parado frente a todos...con una mezcla de nostalgia y picardía que sólo
él puede crear frente al auditorio, mi queridísimo Nicolás leyó al público
su discurso de egresado.
Hay frases maravillosas y tuve el placer de verlo y oírlo, además del
honor de ser la depositaria (lo cual me honra infinitamente), pero no
puedo ser egoísta...
Por
ello lo comparto con ustedes...
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No existe una forma fácil de tomar distancia,
es inevitable que las lagrimas lluevan desde sus ojos, que sus
miradas disparen en ellas más de mil palabras, que los recuerdos
empiecen a abrazar su memoria y que las imágenes pasen unas tras otras
mientras se me escapa el corazón en cada línea.
El
tiempo pasó tan silenciosamente que no lo notamos. Hay lugares,
personas incluso objetos que dejamos atrás...y mientras lo hacemos no nos
damos vuelta para entender lo que se pierde, sabiendo que es
imposible volver el tiempo atrás. Y en consecuencia, tarde logramos
entenderlo, para al fin saber que ciertas cosas pasan una sola vez en la
vida y son imposibles de repetir ¿se acuerdan de Bariloche? Ahora me doy
cuenta cuánta razón tenia el pelado cuando nos dijo que no perdiéramos
la oportunidad de decirnos cuánto nos queremos y lo dijimos un día, 12
hs, aquellos 34 minutos y 23 segundos.
Es
bueno tenerlo en cuenta, sabiendo que de hoy en más nos iremos
separando, poco a poco, por unas u otras razones, nuestros mundos se irán
marchando a lugares distintos. En otros casos , simplemente nuestras
vidas transcurrirán a la distancia, sin embargo, permaneceremos siempre
cerca, tal vez más de los que están justo al lado, y seguiremos prometiéndonos
hacer algo en futuros próximos que tardan en llegar y hoy sólo pido
disculpas por el tiempo en que la rutina hizo desaparecer esa sensación
de regalo que volvía único cada instante.
Sentimos
en carne propia lo triste de las despedidas, pero ésta no es una
despedida, es un "hasta pronto", porque no existe un adiós
total entre dos compañeros, es un nos volveremos a ver en algún lugar
del tiempo.
* Nicolás González tiene 18 años y terminó la
secundaria en 2005.
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